Me siento culpable.
Me siento insensible.
Me siento ingrato.
Me siento ciego.
Me siento aventurero.
Me siento entumecido.
Me siento incomprendido.
Me siento abrasivo.
Me siento injusto.
Me siento lejano.
Me siento indestructible.
Me siento sucio.
Me siento maleable.
Me siento mezquino.
Me siento sensato.
Me siento débil.
Me siento inútil.
Me siento firme.
Me siento insulso.
Me siento hueco.
Me siento transparente.
Me siento fluido.
Me siento enfermizo.
Me siento salvaje.
Me siento incoherente.
Me siento pacifico.
Me siento tranquilo.
Me siento nostálgico.
Me siento reflexivo.
Me siento apagado.
Me siento inocente.
Me siento incompatible.
Me siento considerado.
Me siento irreverente.
Me siento irrespetuoso.
Me siento honesto.
Me siento respetuoso.
Me siento indiferente.
Me siento resiliente.
Me siento poco.
Me siento menos.
Me siento burocrático.
Me siento equivocado.
Me siento acorde.
Me siento vacío.
Me siento ligero.
Me siento deshilachado.
Me siento intacto.
Me siento desparejo.
Me siento libre.
Me siento desagradable.
Me siento repulsivo.
Me siento compasivo.
Me siento curioso.
Me siento sediento.
Me siento displicente.
Me siento agudo.
Me siento hirsuto.
Me siento arrojado.
Me siento avaro.
Me siento egoísta.
Me siento emprendedor.
Me siento responsable.
Me siento indeseable.
Me siento acompañado.
Me siento impuro.
Me siento fresco.
Me siento desconforme.
Me siento yo.
Me siento vivo.
Permiso, vengo a hacer catarsis
miércoles, 10 de marzo de 2010
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