Crónicas de un pelotudo que vive solo - Capítulo 7

Estuve todo el fin de semana largo tratando que mis placas de sonido cooperen. No voy a entrar en detalle, la cuestión es que no funcionan como deberían y me imposibilitan llevar a cabo un proyecto que sera aquí notificado cuando sea momento.

Jueves, Viernes, Sábado, Domingo y Lunes feriado. Todos esos días estuve probando cosas y averiguando y rebuscandomelas, y no logré nada.

Noche del Lunes y mis opciones se habían reducido ya a dos o tres miguitas más.

No me encontraba del mejor humor, y el sentimiento de impotencia, fracaso y fiasco por la inoperancia estaban ganando terreno. Mas no perdía la esperanza.

Qué mejor momento para un corte de luz en todo el edificio, no?


Os juro, a mi también me sorprende y me parece ya bastante difícil de creer. Es de ficción, realmente.


Formulé una teoría: El Poltergeist que hauntea mi hogar aprovecha cuando me voy para usar mi pc (lo cual puede explicar su actual comportamiento rebelde), lee este blog, y como le gustó el protagonismo, se esfuerza en seguir figurando.


En un ataque de referencias a mi pasado tan oscuras que casi nadie podría comprender, decido, ahora mismo, bautizarlo: Melvin.


Intuyo entonces que, como hermano menor, simplemente esta demandando atención.

Lo siento, Melvin, siento mucho haber demorado tanto en percatarme de tu existencia e innegable presencia.

No, de ninguna forma te voy a exorcizar, desojear, invuduizar, etc. como muchos me aconsejaron. No, eso sería cruel y agresivo.

Como ser/ente, te respeto, y jamás desearía tu destrucción o exilio.

Creo firmemente que podemos convivir. Vamos! A mi también me causan gracia tus bromas, pesadas o no! Así es, eso significa que nos reímos juntos! Lo ves? Prácticamente somos amigos!

Qué decís, hacemos las paces?

Si hoy no me electrocutas, ahogas, incendias, o algo de eso, lo tomo como un si.